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viernes, 21 de mayo de 2021

Chile: ¡Bye bye, Pinochet!

Chile será un país nuevo, después de una nueva Constitución, que sigue los lineamientos de Allende: “Que el pueblo entienda que no es de arriba, sino desde las raíces, de donde debe nacer la Carta Fundamental”.
Emir Sader, Alainet

Fue un proceso largo desde el fin de la dictadura de Pinochet hasta estas elecciones. Fue una transición larga, que restauró la democracia política en Chile, pero mantuvo la constitución impuesta en plena condición de estado de sitio por Pinochet, aunque fue modificada en varios aspectos- y la política económica neoliberal.

Una coalición entre el Partido Socialista y la Democracia Cristiana fue responsable de esta larga transición, iniciada en 1990 y completada ahora, más de treinta años después. Hasta que, en 2019, una serie de manifestaciones populares nunca vistas en Chile, iniciadas con protesta por el aumento de los boletos del metro, sacudieron la aparente tranquilidad de la vida chilena.

Iniciado con esta demanda, el movimiento popular terminó convocando a una consulta que aprobó la convocatoria a una Asamblea Constituyente, con paridad de género y representación de los pueblos indígenas. Ya han sido elegidos los 155 parlamentarios que redactarán la nueva Constitución chilena, que será sometida a referéndum de población en el primer semestre de 2022.

jueves, 23 de febrero de 2017

Cuba responde a la hija del golpista


Frente a los airados reclamos de Mariana Aylwin respecto de la prohibición de ingresar a Cuba para recibir el homenaje a su padre Patricio Aylwin, el gobierno cubano se ha permitido recordar que:

|1.- Por el inmenso cariño y reconocimiento que, día a día, recibe, en la Isla de Martí, el Presidente mártir Salvador Allende, rendirle honores en su territorio a quien promovió y justificó el golpe de Estado en Chile, de 1973, resulta una ofensa palmaria a la conciencia recta de muchas generaciones de cubanos.

Si alguien tiene dudas, las imágenes son elocuentes:
https://www.youtube.com/watch?v=SnECpGlTUdI

2.- Tampoco es procedente permitir el reconocimiento en la patria de Juan Almeida Bosque, a quien pactó y convivió en el poder, con el dictador Augusto Pinochet, especialmente entre los años 1990 – 1994. 3.- No es comprensible ni consecuente que se busque homenajear en Cuba a quién, en 1971, se opuso al ingreso a Chile de Fidel Castro Ruz, líder de la revolución de la dignidad latinoamericana.

4.- Sorprende, además, que personajes como el derechista y millonario Sebastián Piñera, afirmen que la decisión soberana de Cuba es un agravio contra Chile, cuando la mayor ofensa para los chilenos es que mantenga su fortuna, de más de dos mil millones de dólares, en paraísos fiscales, libre de los impuestos que pagan hasta los más pobres, como el IVA a los alimentos.

5.- La Sra. Mariana Aylwin, quien ha sido parte activa de campañas desestabilizadoras de los procesos transformadores de Venezuela y Cuba, debería tener el pudor de no pretender burlarse de los pueblos en el mismo suelo de los injuriados.

Debería, en cambio, comenzar a poner el acento de sus preocupaciones en las injusticias sufridas por el pueblo mapuche; en las privatizaciones efectuadas por Pinochet en favor de sus amigos mientras masacraban al pueblo chileno; en la recuperación del cobre para Chile; en una educación y salud gratuita y de calidad para los más humildes de su país; de la miserable previsión de los adultos mayores despojados por los negociantes de las AFP, nacidas del Plan Laboral de la Dictadura Militar; de la usura de los bancos con los deudores habitacionales; y de las relaciones corruptas entre la política y el dinero mal habido de los depredadores corporativos.

6.- Esa misma recomendación se la damos al canciller Heraldo Muñoz quien, además, tendría que ocuparse del maltrato y vejamen recibido por la senadora colombiana Piedad Córdoba, en su ingreso a Chile el 2016, por parte de la policía chilena, por su condición de afro – descendiente, progresista y comprometida con el proceso de paz en Colombia.
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Ver: La muerte de Patricio Aylwin, golpista en 1973 y heredero de la dictadura en 1990

miércoles, 20 de abril de 2016

La muerte de Patricio Aylwin, golpista en 1973 y heredero de la dictadura en 1990


Ha muerto Patricio Aylwin Azócar a los 97 años y por las cámaras de televisión ha desfilado el más nutrido contingente de cómplices de la dictadura. Por eso que cuando se nombran las palabras de “sabio”, “valiente”, “demócrata”, hay que tener cuidado. Aylwin no sólo fue un acérrimo opositor del presidente Salvador Allende, sino que además fue el principal promotor y legitimador del golpe de Estado.

El 26 de agosto de 1973, en su calidad de presidente de la DC, Aylwin sostuvo en una entrevista con The Washington Post que si tuviera que elegir entre “una dictadura marxista y una dictadura de nuestros militares, yo elegiría la segunda”.

Un apoyo que reiteró una vez producido la acción cívico-militar que terminó con la muerte de Allende y que significó el comienzo de una dictadura feroz, donde la tortura, los asesinatos y las desapariciones fueron una práctica diaria. Aylwin, en medio de ese clima de denigración y matanzas permanente señaló:

miércoles, 28 de enero de 2015

Chile, y su transición neoliberal al vacío

Paul Walder, Rebelión

El mundo alcanza los primeros 15 años del nuevo milenio y los chilenos cumpliremos en marzo 25 años bajo la “democracia” instalada por Augusto Pinochet. Un cuarto de siglo, tiempo suficiente para más de un capítulo de nuestra breve historia, un periodo escasamente relatado y aún menos reflexionado. Un tiempo aún innombrado y cuyas denominaciones, tales como transición, democracia binominal, tutelada o posdictadura, quedan suspendidas y reemplazadas por otras nuevas. Bajo esta aparente movilidad del tiempo político permanecen unas instituciones oxidadas, corroídas como una obsoleta maquinaria pesada.

sábado, 21 de septiembre de 2013

El Washington Post y el golpe pinochetista

Eduardo DiCola, Buenos Aires (*)

El diario Washington Post en una nota que titula “La Elección en Egipto” (The Choise in Egypt) hace un análisis referente a la falta de claridad sobre su salida más adecuada. Define la situación como “inmersa en un juego de suma cero”(1). Dice que empantanados entre la Hermandad Musulmana y los militares les resulta imposible determinar qué es lo más conveniente para los Estados Unidos. De todas formas no es a este aspecto al que quiero referirme. Lo llamativo es el párrafo que dice:
“Los regímenes autoritarios que apoyamos en Corea del Sur, Taiwán, Filipinas, Chile, Brasil, incluso España y Portugal (gobernado por los fascistas hasta mediados de la década de 1970) en tiempo dieron resultados democráticos. El general Augusto Pinochet, después de 16 años de gobierno de hierro cedió a la presión de EE.UU. y permitió elecciones libres que perdió, marcando el comienzo de la era actual de florecimiento democrático de Chile. ¿Cuántas veces comunistas o islamitas han permitido que eso suceda?” (2)

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