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domingo, 28 de enero de 2024

La crisis de los Bancos Centrales occidentales

Katehon, Geopolitika

Mientras Occidente sigue hundiéndose en una crisis estructural imparable, se plantean interrogantes sobre el papel que desempeñan los bancos centrales en los países liberal-democráticos.

Suenan las alarmas en Occidente: sus bancos centrales no son capaces de resolver los problemas económicos actuales. Es más, ya no se espera de ellos que resuelvan problemas que otros actores pueden resolver mejor. Los analistas y planificadores piden cada vez más a los bancos centrales y a sus gobernadores que se centren en tres objetivos: estabilidad de precios, estabilidad financiera y estabilidad macroeconómica. Y alcanzar estos tres objetivos es difícil.

martes, 11 de abril de 2023

¿Crisis financiera a cámara lenta?

Cédric Durand, El Salto

La hegemonía financiera murió por primera vez en la crisis de 2008. Desencadenada por el sobreendeudamiento de los prestatarios pobres estadounidenses, el cataclismo demostró que las promesas hechas en la increíble complejidad de los productos financieros no eran más que fantasías insostenibles, totalmente desconectadas de la capacidad real de nuestras economías para producir riqueza. Como si, dicho con las palabras de Karl Marx, el dinero pudiera «producir intereses del mismo modo que está en la naturaleza del peral producir peras».

La reacción en cadena que siguió a la quiebra de Lehman Brothers puso fin al mito de la autorregulación de los mercados financieros. Incapaz de sostenerse a sí mismo, el sector financiero tuvo que abandonar su pretensión de ser la instancia totalizadora de la vida económica, el lugar donde las preferencias y los recursos presentes y futuros se ajustarían armoniosamente. Sin embargo, el sector financiero ha seguido ocupando hasta el día de hoy la cima de la jerarquía de nuestra organización social. En los estertores de la gran recesión, en medio de las turbulencias de la crisis de la Eurozona o durante la pandemia de la covid-19, los poderes públicos no han dejado de dar prioridad a la estabilidad financiera. Sólo un ejemplo: en 2020 y 2021, para evitar que los efectos de los confinamientos sobre la actividad económica provocasen otro colapso, el Banco Central Europeo (BCE) prácticamente duplicó su balance de situación, proporcionando liquidez y recomprando títulos por un importe total de 4 billones de euros, es decir, alrededor de un tercio del PIB de la Eurozona, cifra equivalente a 12.000 euros por habitante de la misma.

martes, 8 de octubre de 2019

La crisis de gobernanza de los bancos centrales


Lucrezia Reichlin, Project Syndicate

La relación entre autoridad monetaria y gobierno tiene importantes diferencias entre Estados Unidos y la eurozona. En Estados Unidos se da invariablemente una pauta tradicional donde los políticos gobernantes, con la mirada puesta en el ciclo electoral, tienden a favorecer políticas fiscales expansivas y condiciones monetarias más laxas, mientras que la Reserva Federal, recelosa de presiones políticas, se esfuerza en afirmar su independencia. Que la autonomía de la Fed estuviera en duda pondría en riesgo la estabilidad macroeconómica local y (por extensión) mundial.

En la eurozona, la pauta es totalmente opuesta. En general, las autoridades fiscales dudan antes de aplicar medidas de estímulo, incluso en caso de desaceleración económica (como sucede en la actualidad), y el que termina tratando de presionar a los otros para que actúen es el Banco Central Europeo. No hay precedentes históricos de esta inversión de papeles entre gobierno y autoridad monetaria. Se dio como un resultado imprevisto del diseño de la eurozona, y ahora amenaza con plantear un desafío permanente a la estabilidad del bloque.

jueves, 5 de septiembre de 2019

Pesadilla en el banco central


Alejandro Nadal, La Jornada

Estas noches de verano los bancos centrales sufren una pesadilla recurrente. Sueñan que estalla un volcán llamado Recesión y que la erupción arrasa con economías enteras. Los flujos piroclásticos destruyen vidas y riqueza sin distingo. Angustiados, los responsables de los bancos centrales despiertan sobresaltados. Por un momento suspiran aliviados, pensando que sólo era una pesadilla. Pero para parafrasear el maravilloso microrrelato de Augusto Monterroso, cuando despiertan el dinosaurio sigue ahí.

No se necesita ser especialista en alta cocina macroeconómica para entender su inquietud. En los tiempos que corren, los nubarrones de una recesión están por todos lados. Y los bancos centrales saben que ya no tienen armas para enfrentarla.

La semana pasada se llevó a cabo la tradicional reunión de Jackson Hole, en Wyoming, Estados Unidos. Es una selecta conferencia organizada por la Reserva Federal de Kansas City, en la que participan funcionarios de bancos centrales, organismos financieros y especialistas en teoría macroeconómica. El tema este año fue el de los desafíos que enfrenta la política monetaria. Es el eufemismo que emplean los banqueros para hablar de sus pesadillas.

lunes, 25 de marzo de 2019

¿Para qué necesitamos a los bancos centrales?


Adam Tooze, Sin Permiso

En Enero de 2013 la Reserva Federal de los EEUU hizo una extraordinaria declaración. Anunció que continuaría el estímulo monetario y mantendría los bajos tipos de interés hasta que la tasa de desempleo de los EEUU se situara por debajo del 6,5 por ciento. El banco central más importante del mundo declaraba así que la compra de activos financieros por valor de decenas de miles de millones de dólares quedaría condicionada al mercado laboral de los EEUU.

Y la Fed cumplió su palabra. Su presidenta, Janet Yellen, no subió los tipos de interés hasta diciembre de 2015 –para entonces la tasa de desempleo había descendido al 5 por ciento-. Hoy está en el 4 por ciento.

La comparación con la zona euro es dolorosa. En julio de 2012 el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, anunció que “haría lo que fuera” para salvar el euro. Lo que significó fue salvar los mercados de deuda soberana de los países europeos, no salvar a los desempleados de Europa.

miércoles, 26 de diciembre de 2018

Navidad en el banco central

Alejandro Nadal, La Jornada

La teoría convencional sobre la política monetaria está basada en una historia curiosa. El hilo conductor de la narrativa es que el banco central determina la tasa de interés que rige en la economía y de esta manera el instituto monetario es capaz de afectar las decisiones de todos los agentes en la economía, empresas, nuevos inversionistas y consumidores. El objetivo es controlar la inflación y mantener la estabilidad macroeconómica. Pero, como siempre, las cosas no son tan sencillas.

Hasta hace unas tres décadas los bancos centrales buscaban controlar la cantidad de dinero en circulación. Bajo la influencia del monetarismo, todavía hasta los años 1990 las metas que típicamente se fijaba el banco central consistían en asegurar que la oferta monetaria creciera a un ritmo similar a la expansión del producto.

Pero desde 1985 los bancos centrales comenzaron a percatarse de que en el fondo no controlaban la evolución de la oferta monetaria. Hoy, la realidad es que la oferta monetaria es controlada por los bancos comerciales privados y no por el banco central.

Esos bancos privados son los que generan dinero de la nada y para cada préstamo otorgado crean un depósito equivalente. Típicamente, 92 por ciento del circulante en una economía capitalista es creado de esta manera por los bancos privados. Los bancos centrales acabaron por reconocer esta realidad y, aunque siguen haciendo toda una faramalla de gestos y movimientos de cuando efectivamente podían controlar la cantidad de dinero en circulación, en la práctica han abandonado cualquier pretensión de que pueden controlar la oferta monetaria.

miércoles, 20 de junio de 2018

El Mago de Oz va al banco central

Alejandro Nadal, La Jornada

La historia del Mago de Oz ha pasado siempre como un divertido cuento para niños cuyo tema central es que los milagros siempre son posibles, aun en circunstancias difíciles. Pero pocos saben que la intención del autor, L. Frank Baum, era escribir una alegoría política en la que los personajes representaban segmentos de la sociedad estadounidense a principios del siglo XX.

Por ejemplo, en la metáfora de Baum, el hombre de paja representa al campesinado y a los farmers, cuyo análisis político es muy poco sofisticado. Por eso anda en busca de un cerebro. Por su parte, el hombre de hojalata personifica a los obreros industriales, explotados por políticos y líderes sindicales corruptos. Los demás personajes encarnan otras figuras de la sociedad estadounidense y el famoso camino amarillo simboliza el patrón oro que muchos suponían podría resguardar el valor de la moneda y evitar las arbitrariedades de gobiernos y banqueros.

La creencia de que el patrón oro permitiría combatir los abusos de la clase política y de los banqueros es una de las creencias populares más aceptadas aun en nuestros días. No es la única creencia errónea sobre el funcionamiento de la política monetaria y casi siempre se acompaña de otro mito clave sobre el sistema bancario: la idea de que el banco central controla efectivamente la oferta monetaria.

miércoles, 6 de septiembre de 2017

Deutsche Bank pide al BCE que ponga fin a "la era del dinero barato"


El consejero delegado de Deutsche Bank, John Cryan, pide al Banco Central Europeo (BCE), a solo un día de que tenga lugar la cita mensual de la entidad para abordar la política monetaria de la eurozona, que ponga fin a "la era del dinero barato" con tipos de interés ultrareducidos. Así lo señaló el directivo en un acto organizado por el diario alemán 'Handelsblatt', donde además advirtió de la existencia de burbujas en los mercados de capitales, tales como en acciones o bonos.

"La era del dinero barato en Europa debe llegar a su fin, a pesar de la fortaleza del euro", señaló Cryan, y añadió que es una desventaja competitiva para la banca, ya que lastra la rentabilidad, algo que Deutsche Bank no ha podido compensar con la disciplina de costes. Los bajos tipos de interés, así como la penalización a la banca por la tenencia de dinero en efectivo, son solo algunas de las medidas de la entidad central comunitaria por revitalizar la economía de la eurozona a raíz de la crisis financiera mundial.

De igual forma, Cryan aprovechó para mostrar su querencia por Fráncfort como centro financiero una vez se haga efectivo el brexit. "Solo hay una ciudad europea que puede cumplir con los requisitos, y esa es Fráncfort", aseguró. El divorcio de Reino Unido de la UE ha llevado a que los bancos e inversores de Londres estén evaluando otras ciudades a las que 'mudarse' para que, una vez se concluya la salida, puedan seguir con sus operaciones en el Viejo Continente sin ningún obstáculo comercial ni costes adicionales.

lunes, 29 de agosto de 2016

La insostenible ligereza de los mercados


Luis Casado

En este caso debes tomar ‘ligereza’ en la peor de sus acepciones, o sea irreflexivo, poco meditado, inconstante, falto de seriedad, inestable. Tú me dirás que tratándose de los mercados siempre es el caso, y por mi parte precisaré que me refiero a los mercados que piensan, deciden, se tranquilizan o se asustan, huyen o regresan al galope, rechazan o aprueban, exultan o lloran, aman u odian, en otras palabras a quienes “hacen los mercados”, a mendas de carne y hueso.

Suelen llevar una gorrita –o en su defecto una visera– con la mención “Experto” estampada en caracteres visibles, y no es infrecuente ver letras reflectantes si se trata de un “Economista-jefe”.

Suspenso que se suma al suspenso, tales eminencias esperaban la palabra de Janet Yellen como otros el agua de mayo. Para ser más precisos, el discurso que Yellen pronunció ayer viernes en Jackson Hole. Su palabra debía ser un faro en medio de las tinieblas.

sábado, 4 de junio de 2016

La ilusoria independencia del BCE


Yanis Varoufakis, Project Syndicate

Un compromiso con la independencia de los bancos centrales es una parte vital del credo que se supone que deben defender los responsables "serios" de la política económica (privatización, "flexibilidad" del mercado laboral y demás). Ahora bien, ¿de qué se espera que sean independientes los bancos centrales? La respuesta parece obvia: de los gobiernos.

En este sentido, el Banco Central Europeo es el banco central independiente por excelencia: ni un solo gobierno lo respalda y se le está expresamente prohibido apoyar a alguno de los gobiernos nacionales de los cuales es el banco central. Y, sin embargo, el BCE es el banco central menos independiente del mundo desarrollado.

La dificultad clave es la cláusula de "no rescate" del BCE -la prohibición de ayudar al gobierno de un estado miembro insolvente-. Como los bancos comerciales son una fuente esencial de financiamiento para los gobiernos miembro, el BCE está obligado a negarles liquidez a los bancos domiciliados en miembros insolventes. En consecuencia, el BCE se basa en reglas que le impiden desempeñarse como prestador de último recurso.

lunes, 23 de mayo de 2016

Los tipos negativos son un impuesto escondido


Matthew Lynn, El Economista

Los bancos centrales han recortado los tipos de interés a casi nada. Han impreso dinero a gran escala. Donde no ha funcionado del todo (para ser sinceros, en casi ningún sitio lo ha hecho), disponen de una nueva herramienta: los tipos de interés negativos. En una tercera parte de la economía global, el dinero que ingresamos en el banco no solo no genera ningún beneficio, sino que encima nos cobran por tenerlo ahí.

Eso está causando una economía extraña de Alicia en el país de las maravillas, donde nada es exactamente lo que parece. Los gobiernos quieren que retrasemos el pago de impuestos todo lo posible, la compañía hipotecaria quiere que sigamos viviendo en la misma casa y el efectivo está tan solicitado que hasta se habla de abolirlo.

El verdadero problema de los tipos negativos podría ser muy distinto. Como argumenta un nuevo y fascinante informe del Fed de Saint Louis, en realidad son una clase de impuesto. Imponen un gravamen sobre el sistema bancario que alguien tiene que pagar?, y ese alguien probablemente seamos nosotros. Eso quizás explique por qué gustan tanto a los bancos centrales y a los gobiernos. Unos gobiernos endeudados hasta las cejas siempre estarán dispuestos a instaurar un nuevo tipo de impuesto, sobre todo si sus votantes no se van a dar cuenta. Y eso también explica por qué no funcionan: gran parte de la economía con problemas, en especial en Europa, ya está asfixiada bajo una carga tributaria imposiblemente alta.

martes, 19 de abril de 2016

El peligroso mundo de los tipos negativos: de la ansiedad bursátil al pánico bancario


Parece que las familias japonesas se están aficionando a las cajas fuertes en casa. Según la fabricante Eiko, las ventas se han duplicado desde el pasado otoño. En Alemania, la reaseguradora Munich Re ya está experimentando con la posibilidad de guardar millones de euros en efectivo en sus propias oficinas.

¿Por qué ocurre esto? La razón más probable, y la que se suele dar, es que en un mundo de tipos de interés negativos, compensa evitar dejar el dinero en el banco, y bueno, una caja fuerte es más segura que un colchón. Es la nueva realidad de un mundo vuelto del revés por la política monetaria moderna, en la que cobran los que piden dinero y los ahorradores son penalizados. Casi 500 millones de personas en una cuarta parte de la economía global viven en países con tipos de interés por debajo de cero.

Un fenómeno que hubiera sido inconcebible antes de la crisis financiera de 2008, y ahora no solo pequeños países como Suiza o Dinamarca, sino gigantes como el BCE y el Banco de Japón están experimentando con estas medidas para intentar fomentar la inflación. El objetivo global es que los bancos presten dinero, especialmente a consumidores y empresas, quienes a su vez deberían beneficiarse de estos bajos tipos. Además, se busca una caída del tipo de cambio que eleve las exportaciones e incremente los precios de las importaciones.

lunes, 4 de abril de 2016

Los bancos centrales no admitirán haberse quedado sin munición


Matthew Lynn, El Economista

Las bazucas, cargadas. Los helicópteros de ataque, con el depósito lleno y listos para volar. El arsenal, completo con armas nuevas y espantosas, nunca antes vistas. Tal vez no sorprenda que los bancos centrales recurran a metáforas militares para describir su lucha contra la deflación. En su opinión, están librando una guerra y, como los generales en el campo de batalla, sus tácticas son tanto psicológicas como económicas.

En las últimas semanas, a raíz de la enésima ronda de medidas políticas extraordinarias de los bancos centrales en Europa y Japón, los altos responsables han dedicado mucho tiempo a decir a los mercados que aún les queda mucha munición en el armario. ¿Qué iban a decir si no?

Como un general que nunca admitiría estar quedándose sin armas ni munición, aunque fuese cierto, un banquero central jamás reconocería que se le acaban las herramientas para que la economía vuelva a crecer. La verdad es muy distinta. Así es. Puede que contemplen muchas ideas nuevas, desde lanzar dinero del aire a cambiar de base las monedas, pero ninguna tiene visos de funcionar. Más vale que pronto lo admitan.

domingo, 20 de marzo de 2016

¿El oro y la plata nos están avisando de algo grave?

Últimamente la proporción entre el valor de la plata y el oro ha llegado a un nivel extremadamente alto que, según los expertos, es el mejor indicador de la aguda crisis económica que avanza. De acuerdo con un artículo del economista y profesor de Empresa Sostenible de la Universidad de Michigan, Andrew Hoffman, publicado en el portal Gold Seek, en la historia moderna la proporción entre el valor del oro y la plata alcanzó su punto máximo solo tres veces: durante la crisis del 2008, durante la Guerra del Golfo y durante la Segunda Guerra Mundial.

El especialista alerta que si la proporción llega hasta 70 puntos, luego comienza un período de mayor volatilidad y, muy probablemente, la crisis. Y hace unos días la cifra ya llegó incluso más allá de este nivel, hasta 79 puntos: que puede ser considerado una señal de riesgo muy alto.

Teniendo en cuenta que el mundo moderno está cambiando rápidamente, este indicador no se puede utilizar como una prueba sólida, pero hay que tenerlo en cuenta, especialmente en vista de otras señales. Según algunos pronósticos es posible que la proporción de los precios del oro y de la plata pudiera llegar a 100 puntos, pero más tarde o más temprano caerá si se estabiliza la situación financiera.

Mientras tanto, a lo largo de 2015 el Banco Central alemán devolvió a los depósitos de Fráncfort 210 toneladas de oro, de las cuales alrededor de 110 toneladas procedían de París y alrededor de 100 de Nueva York, según un reciente informe del Bundesbank.

En los próximos cinco años, el Banco Central alemán planea 'repatriar' otras 307 toneladas de sus reservas. Para 2020, algo más de la mitad de las reservas de oro alemanas deberán estar en Fráncfort, una tercera parte en la Reserva Federal de Nueva York y el 13% restante en el Banco de Inglaterra. Para esa fecha, el Banco Central francés ya no habrá de almacenar reservas de oro alemanas en París.

miércoles, 17 de febrero de 2016

Tasas de interés negativas: las nuevas guerras cambiarias

Alejandro Nadal, La Jornada

Un número importante de bancos centrales ha adoptado una política de tasas de interés negativas. Esto es algo casi sin precedentes en la historia del capitalismo y puede inaugurar cambios profundos en el funcionamiento de la política monetaria.

En la actualidad los bancos comerciales deben guardar cierto volumen de reservas en el banco central y éste les paga una cierta tasa de interés por tener esos depósitos. Con una tasa de interés negativa las cosas se invierten: los bancos comerciales deben pagar al banco central por el privilegio de estacionar sus reservas en dicho instituto. Se piensa que de esta forma los bancos se verán inclinados a prestar más dinero e incrementar sus operaciones.

En épocas de deflación los agentes económicos prefieren atesorar el dinero en lugar de gastarlo o de invertirlo. Eso provoca una caída en la demanda agregada y profundiza un círculo vicioso de deflación y desempleo. La tasa de interés puede llegar a niveles muy bajos, incluso cero, pero si las fuerzas deflacionarias son poderosas esa reducción en las tasas no será suficiente para estimular el gasto y la inversión.

miércoles, 10 de febrero de 2016

Los bancos centrales han hecho a los ricos mucho más ricos

Vicente Nieves, El Economista

La experiencia del Reino Unido y de EEUU prueba con claridad que las políticas monetarias no convencionales implementadas tras la crisis han ayudado a hacer más ricos a los que ya eran ricos. La intensidad con la que los activos financieros han subido de precio, la dispersión salarial y el precio de la vivienda son algunos de los motivos que han ayudado a incrementar la desigualdad de la riqueza.

Tal y como señala el departamento de investigación de Standard & Poor's en un informe titulado QE and economic inequality: the UK experience, las políticas no convencionales han tenido consecuencias no deseadas. Y es que entre los efectos secundarios del 'Quantitative Easing' sin duda destaca el fuerte incremento de la desigualdad de ingresos y de riqueza entre los más ricos y los más pobres.

Durante los últimos años, la creación de empleo en el Reino Unido ha sido intensa, lo que se supone que podría ayudar a reducir la desigualdad de ingresos. Sin embargo, durante la recuperación económica se ha producido una mayor dispersión salarial y una mayor creación de empleo a tiempo parcial en los grupos de la sociedad más desfavorecidos. Es decir, se han creado miles de puestos de trabajo con salarios muy inferiores al salario medio.

miércoles, 3 de febrero de 2016

El Banco de Japón asegura que bajará más los tipos si es necesario

El Banco de Japón (BoJ) aseguró hoy que llevará a cabo una nueva bajada de tipos de interés si lo estima necesario para lograr su objetivo de alcanzar una inflación en torno al 2% para mediados del próximo año. El gobernador del banco central nipón, Haruhiko Kuroda, calificó la reciente adopción de tasas negativas de la entidad como un "arma poderosa", dado que tipos más bajos tendrían efectos positivos sobre la actividad económica de las empresas y los hogares.
El Banco de Japón sorprendió al mercado el viernes con su decisión de aplicar un tipo de interés del -0,1% a las cuentas que las instituciones financieras niponas mantienen con la entidad para favorecer el crecimiento y sus metas de inflación. "Si se estima necesario, es posible reducir los tipos por debajo del mínimo actual", afirmó el gobernador del BoJ, quien esgrimió que el Banco Central Europeo (BCE) ya ha fijado los tipos de los depósitos en una tasa negativa del 0,3%, y que otros bancos europeos también han adoptado tasas inferiores (refiriéndose a Suecia, Suiza y Dinamarca, ver imagen).

lunes, 11 de enero de 2016

Los bancos centrales no tienen armas efectivas para luchar contra el mercado

Los últimos acontecimientos en los mercados mundiales están mostrando la dificultad que entraña para países pequeños intentar controlar su tipo de cambio. Ejemplos como México, Suecia, Suiza o Brasil muestran que en un entorno de creciente guerra de divisas, los daños colaterales son muy difíciles de evitar.

China y su devaluación del yuan ha sido la última medida que está generando quebraderos de cabeza a banqueros centrales de todo el mundo que tampoco pueden adaptarse a las subidas de tipos de interés de EEUU. En un entorno hostil, el tamaño importa. El caso de Suiza el año pasado, cuando aceptó su derrota poco después de que el BCE lanzará su estímulo-bomba y abandonó el techo que había establecido contra el euro, parece esperar también a otros países, tanto si lo que quieren es devaluar su moneda como si por el contrario quieren apreciarla para amoldarse, por ejemplo, al desplome de los precios del crudo.

Tanto los países como los inversores están reconociendo esta realidad. La firma Cantor Fitzgerald aseguraba que los esfuerzos de México para fortalecer el peso eran "fútiles", mientras que Citigroup apostaba por la corona sueca como oportunidad de inversión pese a los intentos de devaluación por parte del Riksbank. Mientras, funcionarios del banco central de Brasil reconocían que no había pruebas de que su programa de intervención estuviera afectando a la volatilidad del real.

domingo, 15 de noviembre de 2015

Apocalypse now: ¿ha comenzado ya el próximo crac financiero gigante?

Paul Mason, Sin Permiso

Llegó y pasó el primero de octubre sin apocalipsis financiero. El veterano analista de pronósticos Martin Armstrong, que predijo con exactitude el crac de 1987, hizo uso del mismo modelo para sugerir que el primero de octubre sería un punto de inflexión para los mercados globales. Algunos inversores hasta hicieron apuestas sobre ello. Pero que pasara sin más el crac global pronosticado son buenas noticias hasta cierto punto. Muchos indicadores de las finanzas globales apuntan a la baja y hay quienes creen incluso que el crac ha empezado.

Juntemos las evidencias. En primer lugar, la deuda insostenible. Desde 2007, la acumulación de deuda en el mundo ha crecido en 57 billones de dólares (37 billones de libras esterlinas). Esa es una tasa de crecimiento anual compuesta del 5,3%, que bate de modo significativo al PIB. Las deudas se han duplicado en los llamados mercados emergentes, mientras que suben algo por encima de un tercio en el mundo desarrollado.

John Maynard Keynes escribió en cierta ocasión que el dinero es un “vínculo con el futuro”, queriendo dar a entender que lo que hacemos con el dinero es una señal de lo que creemos que va a pasar en el futuro. Lo que hemos hecho con el crédito desde la crisis global de 2008 es expandirlo más rápidamente que la economía, lo que sólo se puede hacer de modo racional si creemos que el futuro va a ser mucho más rico que el presente.

viernes, 4 de septiembre de 2015

La culpa no es de China sino de los bancos centrales


La devaluación del yuan decidida por el Banco Central de China ha sorprendido a los mercados financieros. Después de anclaje del yuan con el dólar tras la quiebra de Lehman Brothers, en 2008, con un margen mínimo de oscilación, las autoridades chinas ampliaron progresivamente la zona de variación que el año pasado alteró del 1% al 2%. La decisión del 11 de agosto de desconectar el yuan del dólar ha desatado una gran volatilidad en los mercados con caídas no vistas desde el estallido de la crisis en 2008. Durante las últimas cuatro semanas, los mercados han entrado en modo pánico, con fluctuaciones de hasta el 5 por ciento. Y ahora que el gobierno chino dejó de intervenir para corregir la oscilación del yuan, la implosión bursátil se acelera. ¿Por qué el gobierno chino devaluó el yuan?

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